Atendiendo a la naturaleza dual del ser humano (material y espiritual), los Misterios Iniciáticos se dividen en dos: los Misterios Menores, que pueden definirse sencillamente como los “misterios del Alma” y los Misterios Mayores, es decir los “misterios del Espíritu”.
Los Misterios Menores (o “Arte Real”) se fundamentan en un proceso de perfeccionamiento interior a través de un entrenamiento integral que en ocasiones es llamado “Ascesis” o “Sadhana”, el cual comienza con una Metanoia o cambio radical de nuestra forma de presenciar al mundo y que culmina con una Iniciación o Iluminación que nos permite abrir la primera puerta y lograr la concordancia de todas las oposiciones.
Los Misterios Mayores (o “Arte Sacerdotal”), por su parte, se vinculan al Espíritu y a la conciencia plena del “Yo Soy”. Es la reintegración, el regreso definitivo a casa que las tradiciones de Oriente llaman Nirvana o Moksha.
En Roma, el misterioso dios Jano tenía dos cabezas que aludían a esta doble naturaleza y a estas dos puertas: la puerta de los hombres (Misterios de la Tierra) que se abría con una llave de plata y la puerta de los dioses (Misterios del Cielo) que se abría con una llave de oro.
Aunque muchas de ellas están en crisis, existen en Occidente varias escuelas de Misterios Menores que brindan herramientas valiosas para la purificación anímica (Anima=Alma) y que intentan generar un ámbito propicio para la formación integral del ser humano. A veces lo logran, a veces no, pero las herramientas están ahí, esperando ser utilizadas por operarios hábiles para cumplir con el propósito con el que fueron creadas.
Al mismo tiempo que podemos encontrar numerosas órdenes, cofradías y escuelas de los Misterios menores, existe una sola Escuela de Misterios Mayores, conocida como “Iglesia Interior”, “Logia Blanca”, “Orden de Melquisedec”, “Colegio Invisible”, “Academia Numénica” que se dedica exclusivamente al trabajo con los verdaderos iniciados, aquellos que han traspasado la primera puerta y que han abierto su ojo interior. Esta escuela (de la que se han escrito muchas sandeces) no posee locales físicos y cuenta con un único instructor, aunque este suele adoptar mil disfraces distintos.
Así es que, en todo tiempo ha habido una Asamblea Interior, la Sociedad de los Elegidos, la sociedad de los que tenían más capacidad para la Luz y que la buscan, y esta sociedad interior se llamaba el Santuario Interior o la Iglesia Interior. Todo lo que la Iglesia exterior posee en símbolos, ceremonias y ritos, es la letra de la que el espíritu y la verdad están en la Iglesia Interior.
En estos tiempos de aceleración, muchos estudiantes quieren llegar a los Misterios Mayores sin pasar antes por los Misterios Menores, pero esto es imposible. En el camino iniciático no hay atajos y tenemos que transitar un camino, largo, esforzado, contracorriente, atravesando las pruebas de la Tierra, las pruebas del Agua, las pruebas del Aire, las pruebas del Fuego para que finalmente todos los elementos sean integrados, lo de arriba se una con lo de abajo para encontrar la Paz más perfecta, la Paz triunfal, la Paz Profunda.
Algunos dirán –y con toda razón– que esa Paz no está lejos. Es verdad, la Paz Profunda está aquí mismo pero como no la podemos detectar con esta mente agitada es necesario que nos convirtamos en nobles caminantes, que nos preparemos integralmente y que abramos los ojos.
En este camino, en esta noble senda de la Rosa y la Cruz, no necesitas correr ni apurarte. Solo tienes que caminar, aprender y disfrutar.
Antes de concluir este artículo, deseo hacer una breve recapitulación sobre este tema, para comprender bien de qué estamos hablando cuando nos referimos a escuelas de misterios menores y a una escuela de misterios mayores.
Las escuelas de Misterios Menores se distinguen por su Diversidad. En todo el planeta podemos encontrar muchas corrientes y muchos maestros que señalan hacia un mismo punto. Incluso en la Rosacruz podemos encontrar varias escuelas, diferentes órdenes que están inspiradas en un mismo ideal. Todas estas organizaciones se refieren a un hito de la conciencia que denominan Iniciación o Iluminación. Todas ellas promueven una Ascesis o un Entrenamiento que es absolutamente necesario para la purificación del Alma. Simbólicamente los misterios menores se vinculan a la llave de plata que es la que abre la puerta de los hombres. Son los Misterios de la Tierra, el Arte real, en la Cábala tiene su eje en Tipheret.
También hablamos de una única Escuela de Misterios Mayores y esto de que sea única ya nos indica que en ella existe Unidad, un único Maestro que –desde la perspectiva rosacruz– es el Cristo y que reside en el corazón de cada uno de nosotros. En esta escuela que muchas veces se la ubica en Agartha o Shamballah es donde residen los Hermanos Mayores de la Rosacruz.
Aquí el camino iniciático ya ha terminado y por eso se habla de una reintegración con la Fuente, una conexión directa con la divinidad. La llave de oro que representa a estos misterios abre la puerta de los dioses. Es el Arte sacerdotal, los Misterios del Cielo, que en la Cábala se vinculan a Kether.
Hola Phileas.
Me llamo Gloria Alonso y vivo en Madrid (España)
Muchísimas gracias por compartir tanta sabiduría. Sigo desde hace tiempo tus publicaciones y tengo varios libros tuyos, el único inconveniente es poderlos conseguir sin que salga tan caro el porte. Me gustaría comprar tu última publicación. ¿Cómo puedo hacerlo y cuanto me costaría?.