Estamos llegando al final del año y nos acercamos al solsticio de diciembre, solsticio de invierno para el hemisferio norte y solsticio de verano para el hemisferio sur. Y algunos estudiantes nos han preguntado: ¿de qué manera puedo celebrar el solsticio en casa?

En primer lugar, es importante recordar que el solsticio es un evento astronómico que ha sido observado y celebrado por la humanidad a lo largo de milenios. Representa un momento de cambio, un punto de inflexión en el ciclo del año donde el día y la noche alcanzan su máxima diferencia en duración. Celebrar el solsticio en casa puede ser una oportunidad para reconectar con estos ritmos naturales que marcan un tiempo de reflexión y renovación, un espacio propicio para reflexionar sobre nuestro lugar en el Universo, nuestra condición de seres espirituales viviendo una aventura material.

Para el solsticio de invierno en el hemisferio norte, que simboliza el renacimiento de la luz, puedes encender velas o hacer una fogata para celebrar el retorno gradual del sol y los días más largos que están por venir. Es un momento para interiorizar y meditar sobre los logros del año que termina y establecer intenciones para el nuevo ciclo que comienza. Para esto, en la Orden Rosacruz Iniciática contamos con la Prueba de Jano que es un momento ideal para hacer una recapitulación de todo lo vivido en el período anual y para, al mismo tiempo, proyectarnos hacia el año que viene, trazándonos metas en función a nuestro propósito existencial.

Otra práctica que realizamos en la Orden y que se vincula con el elemento fuego es el ritual de la vasija ardiente que explicaré más adelante.

En el caso del solsticio de verano en el hemisferio sur, el día más largo del año celebra la plenitud de la vida y la energía. Puedes pasar tiempo al aire libre, disfrutando de la naturaleza y la abundancia de luz. Es un periodo ideal para celebrar la fuerza, establecer metas y disfrutar de la conexión con el mundo que te rodea.

Ambos solsticios son una invitación a la contemplación y al festejo de los ciclos de la vida.

En nuestro hogar, podemos crear un espacio sagrado con elementos que representen el evento: objetos naturales como ramas, flores o frutas; símbolos del sol; y cualquier cosa que represente para ti la esencia del momento. En nuestra tradición occidental el solsticio está muy ligado a la celebración del nacimiento de Jesús el Cristo y es usual que nuestra casa esté decorada con elementos que nos recuerdan a la navidad.

En este punto es fundamental recordar algo muy importante: todas las cosas comunican algo. Los adornos y la decoración navideña tienen un sentido. El árbol, el pesebre, tienen una intención aún si son colocados de forma no intencional. Dicho de otro modo, todas estas cosas no son inocentes, sino que tienen un propósito. Si colocamos una vela encendida, este simple acto está comunicando a las capas más profundas de nuestro ser varias cosas que asociamos con la vela: la presencia divina y -al mismo tiempo- una invitación a la introspección y al recogimiento, la luz en medio de la oscuridad.

Siendo así, es una buena idea elegir cada elemento que seleccionamos y cada detalle que colocamos en nuestro entorno durante este tiempo solsticial. En este canal ya hemos hablado del simbolismo del árbol de la navidad y del pesebre, y en estos días es una buena idea volver a visualizar esos contenidos a fin de que sirvan como inspiración.

En estas fiestas es importante prestar atención a nuestros sentidos, es decir a todo lo que vemos, olemos, comemos, oímos y tocamos. La música que escuchamos es importante. Podemos hacer una lista en Spotify o en otra plataforma con una música especialmente seleccionada para estos días. Podemos colocar sahumerios o aceites esenciales con un aroma especial que usemos solamente en estas fechas. En fin, hay muchas formas de celebrar en casa el solsticio.

Voy a compartir una lista de algunos elementos a tener en cuenta al planificar nuestra celebración solsticial:

Decoración: puede estar más vinculada a la naturaleza o bien a una tradición específica como la navidad. Podemos usar elementos naturales y también algunos elementos simbólicos como velas, campanas, campanillas, antorchas, figuras, guirnaldas y también elementos tradicionales como el arbolito o el pesebre.

Música: ya sugerí antes hacer una lista en Spotify o YouTube, con temas clásicos y modernos, de un estilo en particular, o bien villancicos, canciones de navidad.

Limpieza energética: este es un tiempo propicio para ordenar la casa, desechando ropa y cosas que ya no usamos: tirando, regalando, descartando. También es posible limpiar las energías residuales del hogar, usando sahumerios, palo santo, salvia, o incluso sonidos como campanas o cuencos tibetanos. Además, se puede emplear la sal marina o el agua con esencias naturales para dispersar energías negativas y atraer vibraciones positivas. La sal se ha considerado durante mucho tiempo un elemento de purificación y protección, capaz de absorber las energías negativas y restablecer el equilibrio.

Otra técnica efectiva de limpieza energética es realizar visualizaciones e imaginar cómo una luz brillante envuelve la casa, disolviendo cualquier negatividad y llenando cada rincón con una sensación de paz y armonía. También se puede practicar la ventilación abriendo ventanas para que el aire fresco circule y renueve la energía estancada.

Baño: En estos días, podemos darnos un baño purificador en un río, un mar o un lago, o bien realizar en casa un baño o una ducha consciente, en un momento propicio, apagando las luces del cuarto de baño y visualizando como nuestro ser se va purificando con el agua que corre sobre nuestra piel.

Recordemos que el agua y el fuego son los dos elementos que tradicionalmente se asocian con la purificación, y sobre esto tenemos otra sugerencia:

Ritual de la vasija ardiente: para esto, debes primero anotar en un papel pequeño todos aquellos elementos que desees dejar atrás, es decir todas aquellas cosas negativas que te están impidiendo cumplir con tu propósito más alto: problemas, pensamientos, emociones, conductas, etc. Luego, en un recipiente de barro resistente al fuego, vas a colocar un algodón empapado en alcohol, vas a encenderlo en un lugar seguro, después vas a cerrar los ojos y realizar siete respiraciones profundas. Cuando estés listo/a, debes colocar su papel en el fuego, diciendo en voz alta: “Libero y dejo ir”. Observa cómo se consume el papel y luego pronuncia una afirmación, que puede ser esta:

«Dejo atrás lo que ya no me sirve y saludo con entusiasmo el nuevo ciclo que se inicia.

Abrazo la renovación y la luz que ahora entran en mi vida. Con cada llama que se eleva, acojo la fuerza para crecer y la sabiduría para avanzar en mi camino con claridad y paz. Acepto con gratitud las lecciones del pasado y me abro con esperanza a las oportunidades del futuro.

¡Que así sea!»

Afirmaciones. Hay muchas afirmaciones positivas y oraciones que nos pueden ayudar en este momento. Aquí sugiero una que me gusta particularmente y que dice así: «Que la Gran Fuerza Espiritual que nos viene en esta época del año, por la Puerta Solsticial, nos sea propicia, para que unida a nuestra propia LUZ INTERIOR, permita el RE-nacimiento en cada uno de nosotros y con esa Fuerza RE-novadora nos pongamos en relación amorosa con nuestro Maestro Interior, con todos nuestros fratres y sorores esparcidos por el Mundo, y con el COSMOS que es EL GRAN TEMPLO DIVINO».

El solsticio es, en definitiva, un recordatorio del flujo constante de la vida, de nuestra conexión con el Padre Cielo y la Madre Tierra. Celebrarlo en casa es una forma significativa de honrar las tradiciones ancestrales, de vincularnos de forma metafísica con hombres y mujeres del pasado, y -al mismo tiempo- reconectar con los ciclos personales de crecimiento y cambio.