En este mes de diciembre, como todos los años, vamos a darle un cierre ritual al 2022, a este ciclo que llega a su fin para proyectar todas nuestras energías al nuevo año que comienza en función de un proyecto de vida que busca conectar con algo más profundo, es decir con el propósito en la vida.

Proyecto y Propósito. El proyecto se diseña, se planifica, se plasma en papel para darnos un rumbo, una orientación, y el propósito se descubre.

La forma en que daremos cierre a este 2022 es mediante la Prueba de Jano, una actividad personal basada en ese dios de dos caras, el Jano bifronte, el que da nombre al mes de enero (January, Gennaio, Janeiro) y en este año vamos a compartir un librillo (la guía de Jano) para que puedas imprimir y que te a ayudar a pasar en limpio todo lo que viviste en el 2022 y todas las metas y proyectos para el 2023.

¿En qué consiste la prueba de Jano? El eje de esta actividad de cierre es una caminata de una o dos horas que nos servirá para focalizarnos en lo verdaderamente importante, sin distracciones, aunque es mejor hablar de tres partes bien diferenciadas:

En primer lugar, una introducción, luego la caminata propiamente dicha y al final una proyección para el nuevo año.

En la introducción necesitamos encontrar un espacio tranquilo (que puede ser al aire libre, una cafetería, una iglesia, el sanctum rosacruz, etc.), es decir un lugar donde podamos sentarnos a evaluar el año que termina, nuestras metas (si las llegamos a escribir) y nuestra visión personal (si tenemos una). 

La segunda parte consta de la caminata que puede ser de una, dos y hasta tres horas, una pequeña peregrinación, por algún lugar de nuestra ciudad o de las cercanías donde iremos reflexionando, punto por punto, área por área, sobre todas las cosas que hemos vivido en el año y cuáles deberían ser nuestras metas para próximo período en relación con las cinco áreas que veremos más abajo. Es importante tomar notas en una libreta o el teléfono celular para luego procesarlas.

Finalmente vamos a terminar la actividad en un café, un parque, una iglesia, una biblioteca, un lugar agradable donde podamos sentarnos, descansar, y -teniendo en cuenta lo que hemos reflexionado- escribir las metas para el próximo año.  

Algunos dirán: pero esto perfectamente puedo hacerlo en casa. Y sí, es verdad, pero aquí lo que estamos tratando es salir de la zona de confort, de buscar un espacio propicio para hacer este trabajo, de aprovechar la tranquilidad que nos brinda una buena caminata, a fin de honrar el momento. Podemos hacer esto tirados en la cama o sentados en la computadora, pero la propuesta es distinta: se trata de ritualizar, focalizarnos, salirnos de lo cotidiano, para darle a este trabajo la importancia que merece.

En verdad, si hacemos esto bien nos llevará muy poco tiempo, menos de un día, quizás unas 4, 5, 6, 10 horas. Sea el tiempo que le dediquemos debemos saber que, si lo hacemos bien, su impacto será decisivo en el año que viene.

La Prueba de Jano implica comprometerse y dedicar atención a nuestra vida, además de planificar el 2023 con intención, y bien sabemos que la atención y la intención son el fundamento de la Magia. Aquello a lo que prestamos atención y a la intención con la que hacemos las cosas. Por lo tanto, el objetivo es planificar un año mágico, un ciclo de aprendizaje, un escenario propicio para el despertar de la conciencia.

Introducción

Antes de planificar el próximo año, es preciso cerrar el año que se va y hacer un repaso de los eventos y de todo aquello que nos impactó en el 2022. Para aquellos que tienen un diario o una bitácora será más fácil encontrar aquellos hitos y perlas de conciencia de todo el período. 

Una buena idea con respecto a la bitácora es ponerle un título a cada día, por ejemplo: 6 de mayo de 2022 – Viaje a la capital, 25 de agosto de 2022 Cumpleaños de Jaime, 13 de noviembre de 2022 – Problemas en la escuela, etc., es decir que podamos hacer un repaso del año que se va a través de estos títulos sugerentes. Otra opción es ponerle puntajes a nuestro día en función de cada una de las áreas.

Pero antes tomemos en cuenta las cinco áreas que están relacionadas a los elementos:

Corporalidad / Elemento Tierra – Todo lo referente al plano físico, donde tendremos en cuenta estos aspectos: economía, trabajo, profesión u oficio, bienes, propiedades.

Vitalidad / Elemento Agua – Hablamos de la energía vital y esto hace referencia a la Salud, la Alimentación, el estado físico, y el sueño.

Afectividad / Elemento Aire – Esta es el área de los afectos y donde vamos a  considerar estos aspectos: familia, hogar, vivienda y relaciones personales (amigos, pareja).

Concentración / Creatividad / Intelecto / Elemento Fuego –  Es el área mental, el área del pensamiento y también de los aprendizajes, es decir: la formación, los estudios, las habilidades que desarrollamos, también el entretenimiento, la recreación, el tiempo libre, la cultura y los viajes. 

Y por último Espiritualidad, elemento Éter, el trabajo interior, el servicio, la fraternidad, todo aquello que nos conecta con la trascendencia. 

Estas son las cinco áreas. En el día a día, en nuestra bitácora podemos poner puntaje del uno al cinco en cada una de estas áreas en función a la atención consciente que pusimos a las actividades del área. Por ejemplo, en el área Vitalidad, si dormimos pocas horas, comimos cualquier cosa y no hicimos nada de ejercicio físico el puntaje podría ser uno o dos, pero si dormimos el tiempo suficiente, hacemos ejercicios respiratorios, comemos tomando conciencia de los alimentos y caminamos una hora al día o hacemos algún tipo de ejercicio, el puntaje sería otro. Más allá del puntaje, esto nos sirve para tomar conciencia de cada área de nuestra vida y qué cosas estamos descuidando.

La bitácora, dentro de lo posible, debe ser en papel, pero hay herramientas digitales que también pueden servir como Evernote, Notion o incluso Google Drive. Si les interesa que hagamos un video dedicado a la Bitácora, por favor escriban sus comentarios debajo de este video.

Decía antes que vamos a repasar todo lo vivido en el año que se va. La bitácora es una excelente herramienta, pero también podemos recurrir a las fotos del año, que seguramente guardamos en Google Fotos o en otro repositorio. Otra opción es revisar el calendario del año que se fue, el Google Calendar, tus recorridos en el Google Maps o bien la agenda de papel. Todo sirve para hacer un repaso del ciclo. 

Y aquí es preciso hacer esta pregunta fundamental: ¿Te habías planteado metas escritas para 2022? No propósitos de fin de año muy vagos y en el aire, sino metas escritas.

Si lo hiciste, evalúa una por una y revisa su cumplimiento. ¿De qué modo se cumplieron? ¿Por qué no se cumplieron? Otra vez puedes usar la escala del 1 al 5. El 5 implica que el objetivo fue cumplido en su totalidad, 4 casi cumplido, 3 cumplido a medias, 2 incumplido, 1 descartado u olvidado.

Si no escribiste metas, no cometas el mismo error y anota en tu bitácora tus metas en las cinco áreas para el 2023. Para saber más de los contenidos de las áreas, te sugiero ver el video del año pasado para poder tener más claro todo esto.

En esta revisión (y siempre apoyándote en la bitácora y en los recursos digitales, fotos, etc.), escribe sobre estos puntos:

Marca 12 hechos memorables del año, logros, pérdidas, recuerdos marcantes, éxitos, fracasos, viajes, etc.

¿Con qué personas pasaste tu tiempo? ¿Qué personas nuevas conociste? ¿Quiénes se fueron de tu vida?

¿Qué cosas salieron bien? ¿Qué cosas salieron mal?

¿Qué cosas nuevas hiciste? ¿Qué nuevos hábitos adquiriste?

¿Qué películas viste? ¿Qué libros leíste? ¿Qué estudiaste? Vale la pena registrar los contenidos que consumimos en nuestra bitácora o en recursos web como IMDB, Goodreads, etc.

Otra pregunta potente: ¿Disfrutaste de tu trabajo?¿Te sientes realizado con tu vida diaria? ¿Qué cosas deberías modificar? ¿Qué te falta? ¿Cómo van tus finanzas?

De todas esas cosas que hemos visto, ¿cuáles fueron las tres que más te impactaron y que crees que tienen relación con tu aprendizaje existencial o a tu propósito?

En la Guía de Jano habla de la misión y la visión personal. Estas son otras dos herramientas importantes. Si ya has definido tu misión y visión, revísalas en este momento. Si no has definido esto, este es un buen momento para hacerlo, pero debemos tener en cuenta que todo esto nos ayuda a darle un rumbo claro a nuestra existencia y esto es válido a los 18 años, pero también a los 30, a los 50 y a los 70. Hasta el último aliento hay tiempo para conectar conscientemente con nuestro propósito.

Realizado este trabajo, que nos puede llevar varias horas si lo hacemos conscientemente, vamos a pasar a la segunda parte de la prueba de Jano.

¿Por qué es necesaria esta primera parte? Porque de nada vale planificar si no sabemos exactamente cómo gastamos nuestras energías, si no hacemos un diagnóstico preciso de donde estamos parados. Estos análisis nos permiten ver cosas, aspectos de nuestra cotidianidad que no siempre tenemos en cuenta. 

La caminata

Con el teléfono celular en modo avión, vamos a realizar una caminata de 1 ó 2 horas por algún lugar que nos resulte agradable o interesante. En otras palabras, vamos a buscar un espacio donde estemos solos, sin mayores distracciones, y donde podamos repasar las cinco áreas de desarrollo. Tenemos el recuerdo fresco de todo lo vivido en el 2022, incluso hemos revisado o reformulado nuestra visión y misión, y ahora vamos a conectar este impulso con el año nuevo que comienza. 

Podemos usar nuestro celular o una libreta para ir anotando las cosas que se nos vayan ocurriendo, capturando ideas, en fin: con la caminata vamos a dejar que nuestra mente fluya, se distienda y conecte con lo verdaderamente importante. Las metas escritas las vamos a definir en la tercera parte de la prueba, aquí vamos a ir repasando y anotando todo lo que se nos venga a la mente, algo así como una lluvia de ideas, brainstorming.

Elemento Tierra (corporalidad): el foco lo vamos a poner en el plano denso, nuestras finanzas (como invertimos, gastamos o derrochamos el dinero), el ahorro, el trabajo que realizamos, nuestra forma de vida, y metas vinculadas a la profesión, el oficio que desempeñamos, de qué manera podemos mejorar en esta área, cómo podemos formarnos, cuáles son los desafíos de todo esto, así como los bienes que poseemos, las propiedades. También hablamos de poner orden, de deshacernos de todas las cosas que tenemos acumuladas y que no cumplen ninguna función, etc.

Elemento Agua (vitalidad): el foco lo vamos a poner en todos los elementos que nos permiten estar vivos y con energía, es decir nuestra salud (qué cosas estamos descuidando, a qué deberíamos prestar atención), la alimentación consciente, es decir prestar atención a todo lo que comemos y mejorar en esa área, quizás planificando mejor el menú semanal, tal vez aprendiendo a cocinar, etc. También hablamos del ejercicio físico, salir a caminar, correr, practicar alguna clase de deporte, respirar mejor, hacer ejercicios pránicos o practicar disciplinas como el yoga, el taichi o incluso artes marciales, y por último y no menos importante las horas de sueño y nuestras rutinas diarias de trabajo y descanso.

Elemento Aire (afectividad): aquí la atención va dirigida a la familia, los afectos, el campo emocional y también al hogar, no como propiedad (eso lo analizamos en el elemento Tierra) sino como un espacio comunitario de aprendizaje, teniendo en cuenta que debe ser un lugar ordenado e idóneo para vivir más conscientemente. Es importante revisar el estado de nuestra vivienda, las decoraciones, los deterioros y acondicionar de mejor modo este espacio, renovándolo y mejorándolo. También es el momento de revisar nuestros vínculos interpersonales, familia, amigos, compañeros de trabajo, pareja, etc. ¿Qué relaciones necesitamos mejorar? ¿A quién debo pedir perdón? ¿De quién debo alejarme? 

Elemento Fuego (creatividad / intelecto / concentración): En esta área el foco debe ir puesto en la mente, a nuestro alimento mental, y esto incluye: los contenidos que consumimos (libros, películas, series, redes sociales, prensa), así como cursos de formación, estudios, aprendizajes, la recreación, de qué modo nos divertimos, los viajes previstos, etc.

¿Qué libros me gustaría leer? ¿Qué películas, ciclos de películas, series o documentales me gustaría ver? Siempre es buena idea tener una lista para no improvisar y terminar viendo cualquier cosa ni gastar energía pensando qué nos gustaría ver.

Elemento Éter (espiritualidad): El foco aquí es nuestra conexión con el Ser, con la porción más profunda de nosotros, pero también nuestra conexión con los demás, con la comunidad en el entendimiento de que todos somos Uno.

Aquí hay que tener en cuenta el tiempo que dedicamos a esta conexión. ¿contamos con un espacio diario, una hora mágica o el tiempo que sea, para hacer ejercicios de meditación, de concentración o incluso de lecturas edificantes? Este siempre es un buen objetivo: conquistar un espacio todos los días para el trabajo interior. 

En cuanto a la comunidad, la pregunta siempre es la misma: ¿qué hacemos nosotros, es decir de qué modo contribuimos con el planeta, mi país, mi ciudad o mi barrio sea mejor? Aquí la respuesta también siempre es la misma: servicio. Pues bien, ¿qué tipo de servicio hago? ¿Cómo contribuyo a la gestación de un mundo nuevo y mejor? 

Con todas estas anotaciones y estas reflexiones que iremos haciendo mientras caminamos ya tendremos la materia prima para generar las metas y delinear los proyectos para el año próximo.

La proyección

Al finalizar la caminata, vamos a aterrizar todas las ideas, reflexiones y todas nuestras notas, y vamos a escribir en nuestra bitácora todas nuestras conclusiones.

Teniendo en claro lo que pasó el año que se va, cuál es la orientación que queremos dar a  nuestra vida (contando con la misión y la visión) y las reflexiones del camino, pasaremos en limpio nuestras metas, que siempre deben estar alineadas en función del Ser y no del Ego. En otras palabras, las metas deben estar orientadas al ser y al hacer (aunque hablamos de un hacer consciente, una recta acción, y no de un mero activismo, es decir del hacer por hacer). Algunas metas pueden estar vinculadas al tener, aunque siempre en relación al ser. dicho de otro modo en un trabajo consciente el tener y el hacer siempre tienen que estar supeditados al ser.

El dios Jano bifronte es un personaje inspirador y esta prueba, este cierre ritual del año, nos brinda la oportunidad de re-generarnos, de hacer una pausa necesaria para reflexionar sobre todos los aspectos de nuestra vida, a fin de rectificar el rumbo y conectar con nuestro propósito existencial.

Hemos adjuntado al video un archivo para imprimir en 3D un pequeño busto de Jano para llevarlo en la caminata y luego tenerlo siempre a mano como despertador, como un recordatorio de este momento y de las metas que nos hemos puesto.

A todos aquellos que deseen hacer la prueba de Jano de forma conjunta, compartiendo la experiencia, les confirmamos la fecha: 17 y 18 de diciembre. En un grupo de Whatsapp compartiremos las fotos y otros detalles de la experiencia.