Aunque los antiguos atribuían a Hermes la autoría de miles de obras, el “canon hermético” –es decir aquellos escritos que enmarcan el saber del Trimegisto– está constituido por los siguientes textos:

a) “Corpus Hermeticum”, un compendio de diecisiete tratados que fueron entregados a Cosme de Médicis y traducidos en la Academia de Florencia a fines del siglo XV bajo la supervisión de Marsilio Fi­cino.

b) “El Perfecto Sermón”, también llamado “Asclepios”, escrito en el siglo II d.C., y que fue excluido del canon por algunos eruditos rena­centistas que se oponían a la magia.

c) “Discursos de Isis a Horus”, donde la divina madre instruye a su hijo acerca de los misterios del hombre.

d) “Definiciones de Hermes a Asclepios”, que es la traducción al armenio de un texto griego del siglo V d.C.

e) Fragmentos, muchos de ellos recopilados en la antología de Esto­beo y otros aparecidos en las obras de escritores antiguos (Jámblico, Lactancio, Tertuliano, etc.). En la Biblioteca copta de Nag Hammadi también fueron encontrados algunos vestigios de libros pertenecien­tes a la tradición hermética.

Aparte de estos textos “canónicos” podríamos citar otros tres que están íntimamente ligados al conocimiento hermético y que intentan brindar una síntesis del mismo:

a) El Tarot, considerado como el “Libro de Thoth”.

b) El Kybalión, que comentaremos a continuación.

c) El Libro de los veinti­cuatro filósofos (“Liber viginti quattuor philosophorum”), escrito entre los siglos XII y XIII y que ha sido considerado un “manual sintético del neoplatonismo cristia­nizado”.

Ahora pasemos al Kybalión. ¿Fue este libro escrito por Hermes Trimegisto? ¿Puede ser datado en el antiguo Egipto?

En verdad, el Kybalión es una obra moderna, que bebe de las aguas del hermetismo e incluso utiliza varios de sus axiomas, pero que apareció recién a principios del Siglo XX, más precisamente en la ciudad de Chicago, en el estado de Illinois. Por lo tanto, este texto no es hermético sino de “inspiración hermética” y en él se amalgaman hábilmente conceptos metafísicos antiguos y modernos.

Por lo tanto, el Kybalión puede considerarse la quintaesencia, la síntesis del conocimiento esotérico occidental –impregnado de hermetismo– resumida en siete aforismos y adaptada a la mentalidad moderna, especialmente dedicada al estadounidense medio de principios de siglo XX.

Aunque la obra es bastante aceptada por los esoteristas contemporáneos y tenida muy en cuenta por muchos investigadores, hay otros –como Julio Peradejordi– que la critican diciendo que “aún a sabiendas de que el Kybalión ha servido para despertar el interés genuino y auténtico por el esoterismo en muchas personas, no podemos dejar de denunciar esta obra particularmente dañina, más por su inspiración y por lo que a nivel subliminal va dejando en la mente de sus lectores, que por sus palabras y sus manifiestos errores que, finalmente, resultan harto ingenuos e interesantes para aquel que ha saboreado los textos auténticos de la Tradición Hermética”. (1)

Philip Deslippe, por su parte, valora la labor realizada por los autores indicando que “los elementos del Kybalión que más tarde fueron criticados están perfectamente alineados con el espíritu del hermetismo histórico” (2).

Los Tres Iniciados

El Kybalión aparece firmado por “Tres Iniciados”. Pero, ¿quiénes eran estos tres autores que se autodenominaban “iniciados”?

A mediados del año 1907, el ocultista Paul Foster Case, muy conocido actualmente por ser el fundador de la escuela Builders of the Adytum (BOTA) visitó Chicago y decidió escribirle a William W. Atkinson (también conocido como Yogi Ramacharaka), autor de varios libros de esoterismo enmarcados en el “Nuevo pensamiento”, una corriente filosófica surgida a mediados del siglo XIX en los Estados Unidos, con muchas influencias del esoterismo tradicional, el orientalismo y del trascendentalismo americano.

Case y Atkinson tenían mucho en común y decidieron intentar traducir a un lenguaje moderno y enmarcar en siete principios los conocimientos tradicionales del hermetismo. Utilizaron para ello el Corpus Hermeticum y otras obras similares, pero obviamente con todo el estilo propio del Nuevo Pensamiento que –vale destacar– también influyó en otras escuelas esotéricas de ese tiempo como la Antigua y Mística Orden Rosacruz de Harvey Spencer Lewis.

Tenemos entonces a dos autores destacados, conocedores de la obra de Hermes, pero la obra aparece firmada por “Tres Iniciados” (3), por lo tanto debería existir un “tercer autor”, que algunos han llamado “Frater Incógnito”. Sobre este tercer personaje han existido muchas conjeturas. Algunos hablan de Michael Whitty, otros de la esposa de Case (Harriet), e incluso se llega a citar a la teósofa inglesa Mabel Collins, pero por el momento nadie ha aportado pruebas concluyentes sobre la identidad del tercer iniciado.

Se ha dicho incluso que el Frater Incógnito podría ser el más importante de los tres e incluso un Adepto de la Fraternidad Blanca, pero en todo caso la resolución de este enigma excede la intención de este artículo.

Notas del texto

(1) Julio Peradejordi en “La Puerta”, serie segunda, Nº 11, verano 1983
(2) Deslippe, Philippe: “The Kybalion, The Definitive Edition”
(3) Algunos investigadores (como el citado Deslippe) postulan que, aunque está firmada por “Tres Iniciados”, el único autor sería Atkinson, y con respeto dice en su prólogo a “The Kybalion, The Definitive Edition”: “Como es habitual con muchas obras ocultas y esotéricas, al Kybalion nunca se le dio el reconocimiento que merece, y el hombre que lo escribió [Atkinson] no fue reconocido como era debido”.
(4) Tres Iniciados: “El Kybalión”