Se ha escrito mucho sobre Elvis Presley y existe mucha documentación sobre diversos aspectos de su vida, tanto en lo artístico y lo sentimental. Lo que quizás no se conozca demasiado es la afición del rey del rock and roll por la literatura espiritual y el esoterismo.

Elvis decía sobre sí mismo: “Todo lo que quiero es saber la Verdad, conocer y experimentar a Dios. Soy un buscador, de eso se trata. (…) Yo ciertamente creo en las enseñanzas espirituales” (1).

Su esposa Priscilla admite que ella “fue testigo del surgimiento de esa parte de su naturaleza [de Elvis] que estaba sedienta de respuestas a las preguntas fundamentales de la vida” (2).

En su biblioteca de Graceland podían encontrarse decenas de obras ocultistas, espirituales e iniciáticas de las que -afortunadamente- se conserva la lista (ver anexo más abajo) y que Elvis leía ávidamente durante sus giras, haciendo cuidadosas anotaciones en los márgenes. Lisa-Marie, la hija de Elvis Presley, comentó sobre esto: “La biblioteca de libros espirituales de mi padre es asombrosa y yo he revisado estos libros. Están llenos de anotaciones. Mi padre esribía en la parte superior de la página, en la parte inferior, en los márgenes, en todas partes. En verdad, puedes escuchar sus pensamientos cuando lees esas notas» (3).

Elvis, Blavatsky y los Maestros

Aunque su principal interés era el cristianismo en su vertiente más profunda, Elvis Presley tenía un vivo interés por las doctrinas de Oriente y especialmente por las corrientes esotéricas que propiciaban el universalismo como la Teosofía.

El primero en hablarle de la existencia de unos “Maestros espirituales” fue su peluquero Larry Geller, a lo que Elvis le preguntó con irreverencia: “¿Pero qué diablos son los maestros?” (4) aunque luego se interesó tanto por el tema que empezó a leer todas las obras que hablaban de esto, en especial las de H.P. Blavatsky, Manly P. Hall, Mabel Collins y Charles Leadbeater.

Entre todos estos, su libro preferido era “La voz del silencio” que lo acompañaba en todos sus viajes y que solía leer una y otra vez. Su afición por esta obra era tal, que podía recitar de memoria algunos de sus pasajes. Incluso, según el testimonio de Albert Harry Goldman, el título de este libro lo inspiró para darle nombre a su grupo de música gospel al que bautizó “Voice” (5).

En la obra biográfica “Elvis and Me”, Priscilla Presley dice: “Elvis descubrió que había muchos grandes maestros aparte de Jesús. Buddha, Mahoma, Moisés y otros, cada uno “elegido por Dios para servir a su propósito”. (…)

Preguntó a Larry [Geller] por qué, de entre todas las personas del universo, él había sido elegido para influir a tantos millones de almas. Una vez en esta posición única, ¿cómo podía contribuir para salvar al mundo de la pesada carga de odio, enfermedad y miseria? En primer lugar, ¿por qué había tanto sufrimiento? ¿Por qué no era feliz si tenía más de lo que cualquiera pudiera desear? Sentía que estaba perdiendo algo en la vida. Por medio de la introspección de Larry, esperaba hallar el sendero que lo condujese a tales respuestas.

Él nos urgía –en especial a mi- para absorber todo el conocimiento que él consumía. Feliz de compartirlo todo, nos leía durante cuatro horas y nos prestaba libros que pensaba que nos interesarían” (6).

Entre los Mahatmas transhimaláyicos, los preferidos de Elvis eran Kout-Houmi (K.H.) y Morya (M.) y, en varias ocasiones, estuvo tentado en dejar sus obligaciones e irse al Tibet en busca de estos seres misteriosos.

En la página oficial de Graceland puede apreciarse una imagen del libro “Through the Eyes of the Masters: Meditations and Portraits” (traducido al español como “Los Maestros: sus retratos, meditaciones y gráficos”) de David Anrias con las anotaciones de Elvis a lápiz donde destaca la frase: “God loves you, but He loves you best when you sing” (“Dios te ama, pero te ama mejor cuando cantas») (7).

Anotaciones de Elvis en el libro de David Anrias

Además de interesarse por las obras clásicas de Teosofía y del Nuevo Pensamiento, Elvis Presley también era seguidor de los trabajos de Helena Roerich y en su biblioteca se podían encontrar todas las obras de esta escritora relacionadas con el Mahatma Morya: “Leaves of Morya’s Garden”, “Agni Yoga”, “Aum”, “Brotherhood”, entre otras. La evidencia de que el cantante siempre cargaba con esta clase de literatura en sus viajes puede comprobarse con una fotografía donde el cantante aparece subiendo a un avión con el libro “Letters of Helena Roerich” en su mano.

Elvis y el Kriya Yoga

El acercamiento de Elvis con el sendero esotérico era, más que nada, a nivel intelectual. Desde la Filosofía Iniciática podemos decir que era un “buscador” que no lograba “dar el paso” para avanzar hacia etapas más avanzadas como el probacionismo o el discipulado.

En una ocasión, Elvis recriminó a su amigo Larry Geller diciéndole: “Usted despertó eso en mí, y desde que empecé, no he tenido ni una sola experiencia, nada” (8). No obstante, sabía que -si quería avanzar en el sendero- necesitaba comprometerse. Eso lo sabía desde su juventud y así se lo había confesado al pastor James Hamill: “Soy el joven más miserable que jamás haya visto. Tengo todo el dinero que necesito gastar. Tengo millones de fanáticos. Tengo amigos. Sin embargo, yo soy haciendo lo que me enseñaste a no hacer, y no estoy haciendo las cosas que me enseñaste a hacer», una frase que parece calcada del Nuevo Testamento, cuando San Pablo dice: “Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley en que es buena; en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. (…) Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí. Descubro, pues, esta ley: aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta” (9).

Esta pulseada interior aparece, ciertamente, en todos los caminantes del Sendero Esotérico, pero ciertamente es más fuerte en los principiantes y en los buscadores que descubren la incoherencia entre el estilo de vida profano y la Filosofía Iniciática. Esto se hace patente en todos aquellos que se sienten inspirados a seguir la Vía, pero que terminan descubriendo -con San Pablo- que no hacen “el bien que quieren hacer” pues terminan haciendo “el mal que no quienen hacer”.

El ajetreado ritmo de vida de Elvis Presley le impedía seguir un camino de forma metódica y ordenada y en un momento de su vida se dio cuenta que la literatura ocultista -aunque inspiradora- no le estaba siendo de mucha ayuda. Aún así, había una frase que lo inspiraba y que escribía una y otra vez en sus libros: “Cuando el discípulo está preparado, aparece el Maestro”.

Caligrafía de Presley: «Cuando el estudiante está listo, el Maestro aparecerá”

Y justamente en ese momento de incertidumbre, mientras rodaba la película “Harum Scarum” en marzo de 1963, Elvis entró en contacto con la Self-Realization Fellowship de Swami Paramahamsa Yogananda.

Elvis quedó impresionado por los cuentos sobre Yogananda, en especial la forma en que falleció conscientemente en un Maha-Samadhi, y en pocos días devoró su obra maestra “Autobiografía de un yogui contemporáneo”.

Por primera vez, Elvis quiso profundizar en un sendero espiritual y le indicó a Larry Geller que quería iniciarse en el Kriya Yoga, aunque el peluquero sabía que esta vía era muy exigente.

Aún así, como cuenta Gary Tillery, “Geller llamó a la sede de la Self-Realization Fellowship en Los Ángeles e hizo los arreglos para que Elvis hablara con su responsable, Sri Daya Mata. (…) Ella rápidamente aceptó reunirse con el rey del rock and roll, y la siguiente noche, después de la filmación, Elvis y Geller fueron al ashram SRF en el monte Washington.

A Elvis le encantó el entorno selvático y tuvo una relación inmediata con Daya Mata. En sus rasgos y comportamiento, ella le recordó a su madre. Cuanto más describía los objetivos de la Fraternidad, más se entusiasmaba. Dijo que estaba listo para darle la espalda a su carrera y unirse a un monasterio o comenzar una comuna. Ella le aconsejó que fuera lento, que su desarrollo debía ser evolutivo. Hablaron del proceso de entrenamiento y meditación, y ella le dio sus lecciones personales para estudiar. Los aceptó alegremente, pero tenía el entusiasmo desenfrenado del neófito. «Este nivel superior de espiritualidad es lo que he estado buscando toda mi vida», le dijo a ella. Ahora que sé dónde está y cómo lograrlo, quiero enseñarlo. Quiero enseñárselo a todos mis fans al mundo entero.

Durante los próximos meses regresó al sitio a menudo por consuelo. Leyó y meditó, pero como la mayoría de los buscadores, esperaba un camino corto hacia su objetivo, y no llegó. Al cosmos no le importaba que fuera Elvis Presley. No obstante, siguió regresando y también le gustaba visitar el retiro de la Fraternidad, donde Yogananda había escrito la mayor parte de su autobiografía” (10).

Sri Daya Mata, discípula de Yogananda y maestra de Elvis

Priscilla contó en una entrevista para la revista “The Ladies’ Home Journal”: “Tengo esta imagen en mi mente: es una clara tarde soleada en Los Ángeles. Elvis y yo estamos en nuestras motocicletas, recorriendo Bel Air, bajando Sunset Boulevard, pasando la autopista, pasando Brentwood hacia Pacific Palisades. Nos detenemos en el retiro idílico de la Self-Realization Fellowship Lake Shrine. Elvis toma mi mano y me lleva por los terrenos. Durante mucho tiempo, nos sentamos en el jardín de meditación y centramos nuestra atención en nuestra respiración. Nunca he visto a Elvis tan tranquilo. Es lo que todos necesitamos -dice- una pausa en medio de toda la locura” (11).

Anotaciones de Elvis en un libro de Agni Yoga: «Las únicas personas que temen a la muerte son las que temen a la vida»

El final

En una carta a JoAnna McKenzie fechada el 15 de agosto de 1977, Elvis escribió: “Parece que no me queda mucho tiempo para continuar. (…) Piensa, sé feliz. La vida es tan corta, tan difícil saber qué es lo correcto. (…) No llores por mí. He vivido tanto tiempo, tantas vidas en estos 42 años y estoy listo para volver a casa con Dios y mi madre. Llegará como una bendición. Cariño, sé que me estoy muriendo. Puedo sentirlo más cada día a medida que pasa el tiempo, pero yo le doy la bienvenida a la muerte. (…) Pero siempre estaré cerca” (12).

Un día después, Elvis falleció súbitamente de un infarto al corazón, mientras leía un libro sobre Jesús basado en las profecías de Edgar Cayce (“A Scientific Search for the Face of Jesus”).

Sus cenizas descansan en el “Meditation Garden” de Graceland, un espacio para el descanso y la meditación construido en 1966 por orden del propio Elvis e inspirado en los jardines de la Self-Realization Fellowship.

¿Encontró Elvis lo que estaba buscando? Creo que no, aunque estoy seguro que siempre tuvo la certeza de que -detrás del velo de las apariencias- existe una realidad más grande, un espacio de Paz Profunda al que todos nosotros accederemos tarde o temprano.

Imágenes

Ofrenda floral en Graceland con citas del libro «El profeta» de Khalil Gibrán, uno de los favoritos de Elvis
Anotación de Elvis: «Lo material y lo espiritual están más cerca de lo que pensamos»
«Recuerda que lo espiritual es lo único que cuenta», anotación de Elvis en el libro «Leaves of Morya’s Garden»
Carta a JoAnna MacKenzie, escrita un día antes de su muerte donde presiente que el final está cerca.
«Glosario Teosófico» perteneciente a Elvis y subastado por EBay

Notas del texto

(1) Guralnick, Peter: “Careless Love: The Unmaking of Elvis Presley”

(2) Holleran, Peter: “Elvis the Bodhisattva”

(3) Lisa-Marie en “The Ladies’ Home Journal”, entrevista de 2005 titulada “Elvis: His Secret Spiritual Search”

(4) Cranston, Sylvia: “H.P.B.: the extraordinary life and influence of Helena Blavatsky, founder of the modern Theosophical movement”

(5) Goldman, Albert Harry: “Elvis: The Last 24 Hours”

(6) Presley, Priscilla Beaulieu y Harmon, Sandra: “Elvis and Me”

(7) https://www.graceland.com/blog/elvis-presleys-books/

(8) Guralnik: op. cit.

(9) Romanos VII: 15-24

(10) Tillery, Gary: “The Seeker King: A Spiritual Biography of Elvis Presley”

(11) Priscilla en “The Ladies’ Home Journal”, entrevista de 2005 titulada “Elvis: His Secret Spiritual Search”


Anexo – Lista de libros esotéricos y espirituales de la colección de Elvis Presley

Through the Eyes of the Masters: Meditations and Portraits – David Anrias

The Ligth of the Soul – Alice Bailey

Initation of Human and Solar – Alice Bailey

Glamour – A World Problem – Alice Bailey

The Reappearance of Christ – Alice Bailey

Esoteric Healing – Alice Bailey

From Intellect to Intuition – Alice Bailey

The Externalization of the Hierachy – Alice Bailey

Beyond the Himalayas – Murdo Medowald Bayne

Isis Unveiled – Helena Blavatsky

The Secret Doctrine – Helena Blavatsky

Theosophical Glossary – Helena Blavatsky

The Voice of the Silence – Helena Blavatsky

Meetings with Remarkable Men – G.I. Gurdjieff

The New Man – Maurice Nicoll

In Search of the Miraculous – P. D. Ouspensky

The Fourth Way – P. D. Ouspensky

You are the World – Jiddu Krishnamurti

The First and Last Freedom – Jiddu Krishnamurti

Freedom from the Known – Jiddu Krishnamurti

The Masters and the Path – C.W. Leadbeater

The Inner Life – C.W. Leadbeater

The Chakras – C.W. Leadbeater

Morals and Dogma – Albert Pike

Autobiography of a Yogi – Yogananda Paramahansa

Science of Religion – Yogananda Paramahansa

Fourteen Lessons in Yogi Philosophy – Yogi Ramacharaka

Man, Grand Symbol of the Mysteries – Manly P. Hall

The Mystical Christ – Manly P. Hall

The Phoenix – Manly P. Hall

Twelve World Teachers – Manly P. Hall

How you can talk with God – Manly P. Hall

Sciences of Religion – Manly P. Hall

The Secret Teachings of All Ages – Manly P. Hall

The Lost Keys of Freemasonry – Manly P. Hall

Old Testament Wisdom – Manly P. Hall

Man’s Eternal Quest – Manly P. Hall

Leaves of Morya’s Garden – Helena Roerich

Letters of Helena Roerich – Helena Roerich

Agny Yoga – Helena Roerich

Aum – Helena Roerich

Brotherhood – Helena Roerich

Hierachy – Helena Roerich

Heart – Helena Roerich

Fiery World – Helena Roerich

Infinity – Helena Roerich

The Impersonal Life – Joseph Benner

Brotherhood – Joseph Benner

The Way to the Kingdom – Joseph Benner

Wisdom of the Overself – Paul Brunton

Hidden Teachings Beyond Yoga – Paul Brunton

In Search of secret India – Paul Brunton

The Secret Path – Paul Brunton

Discover Yourself – Paul Brunton

A Hermit in the Himalayas – Paul Brunton

The Quest of the Overself – Paul Brunton

The Rosicrucian Cosmo-Conception – Max Heindel

America’s Invisible Guidance – Corine Heline

Color and Music in New Age – Corine Heline

The Keynote of Human Evolution – Corine Heline

The Sacred Science of Numbers – Corine Heline

New Age Bible Interpretation, Vol. 1 – Corine Heline

Siddharta – Hermann Hesse

The Hidden Wisdom of the Holy Bible – Godffrey Hodson

The Doors of Perception – Aldous Huxley

The Book of Mormon – Joseph Smith

The Holy Science – Sri Yukteswar

Light on The Path – Mabel Collins

The Aquarian Gospel of Jesus the Christ – Levi H. Dowling

Science and Health with the Key to the Scriptures – Mary Baker Eddy

Ten Unveiled: The Brylovan Theory of the Origin of Numbers – Bozema Brydlova

Cosmic Consciousness – Richard M. Bucke

The Lost Bokks of the Bible and the Forgotten Books of Eden – Richard M. Bucke

Cheiro’s Book of Numbers Cheiro – Count Louis Harmon

When were You Born Cheiro – Count Louis Harmon

Cheiro’s World Predictions Cheiro – Count Louis Harmon

Fate in the Making Cheiro – Count Louis Harmon

Metaphysical Bible Dictionary – Charles Fillmore

The Prophet – Kahlil Gibran

The Spiritual Sayings of K. Gibran – Kahlil Gibran

Thoughts and Meditation – Kahlil Gibran

The Gospel According to Thomas from the Nag Hamadi Library

Only Love – Sri Daya Mata

Be Here, Now – Ram Dass

Life and Teachings of the Masters of the Far East – Baird Spaulding

The Creative Process – Thomas Troward

The Scientific Search for the Face of Christ – Frank Adams

The City of God – St. Augustine

The Initation of the World – Vera Stanley Alder

The Finding of the Third – Vera Stanley Alder

The Fifth Dimension – Vera Stanley Alder

The Secret of the Atomic Age – Vera Stanley Alder

The Urantia Book

The Holy Kabbalah – A.E. Waite

Shambala: Sacred Path of the Warrior – Chogyam Trungpa

Tao Te Ching – Lao Tzu

The Holy Bible